El millonario y ex primer ministro libanés Rafic Hariri, fallecido este lunes en un atentado en Beirut, era un musulmán sunita que hizo fortuna en Arabia Saudita antes de dirigir cinco gobiernos en Líbano entre 1992 y 2004.
Rafic Hariri, de 60 años, presentó en octubre de 2004 la dimisión de su gobierno y se pasó a las filas de la oposición.
Se enriqueció en Arabia Saudita antes de apasionarse por la política y acceder al poder en Líbano por primera vez en 1992. Hariri ocupó el cargo de primer ministro de 1992 a 1998 y de 2000 a 2004.
Gran vencedor con sus aliados de las últimas elecciones legislativas en 2000, logró reunir en torno a él a una aplastante mayoría de diputados (107 de 128).
Hariri, que formó cinco gobiernos entre 1992 y 2004, se adaptó a las reglas del juego impuestas por Siria, que ejerce una clara influencia en su vecino occidental y mantiene a 14.000 soldados en el país.
A los 18 años, Hariri se trasladó a Arabia Saudita. En seis meses en 1977 construyó, a petición del rey Jaled, el palacio de Taef a través de la empresa Oger, filial de un grupo inmobiliario francés, que luego compró y sobre la cual comenzó a construir su imperio.
Durante sus primeros gobiernos, Hariri quiso poner su agenda al servicio del país. Además de la familia real saudita, mantuvo relaciones estrechas con el presidente francés Jacques Chirac, a quien consideraba "un amigo".
Hariri recorrió igualmente el mundo para ganarse nuevamente la confianza de los inversores extranjeros y libaneses expatriados e incitarlos a que regresaran al Líbano a pesar del interminable conflicto en Oriente Medio.
Casado en dos ocasiones, Hariri tenía cinco hijos.