El niño, de 8 años, reside con su padre desde hace 3 años. Afirma que estuvo escondido en países europeos.

Un niño alegre, extravertido, sano y aparentemente sin problema emocional es el pequeño Samuel Endara Rodríguez, de 8 años, quien está separado de su madre, Marta Rodríguez, por un conflicto legal.

Nicolás Endara Medina, de 39 años, padre del chico nacido en Ecuador y que tiene nacionalidad española, por su madre, dice que su hijo está bien y que con él reside en Guayaquil, desde hace tres años que lo recuperó.

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Endara padre, con dos resoluciones que le otorgan la custodia del niño: una emitida en marzo del 2000 por el Ministerio de Justicia de Pontevedra, España, y otra que falló la 1ª Sala de lo Laboral, Niñez y Adolescencia de la Corte Superior de Guayaquil, aclaró ayer que en ningún momento raptó a su hijo.

Mientras el pequeño Samuel escuchaba atento, Nicolás Endara explicó que “todo es producto de una patraña o de alguna mala jugada. Me sorprende que se diga que existe una sentencia de separación y que yo haya vulnerado un convenio de régimen de visitas que fue aprobado”.

También negó que haya sido condenado en tres ocasiones, por juzgados españoles, como autor de falta de amenazas, lesiones e injurias con la que fue su esposa. “Desconozco de dónde sale eso, porque nunca se me informó sobre juicios en mi contra, y si los hubo no se me notificó para defenderme, por lo tanto serían fallos ilegales, de nulidad absoluta, por no respetarse el derecho a la defensa”, destacó.

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Endara recuerda que luego de que se separara de su esposa, Marta Rodríguez, esta se llevó a escondidas al niño, en diciembre de 1999. “Se lo llevó a España y desde entonces empezó mi peregrinar en busca de mi pequeño. Anduve por Italia, Francia, Marruecos y finalmente en España, después de dos años, lo recuperé. Una corte me dio la custodia del niño y me lo traje, hace tres años”, manifestó.

Explicó que salió de ese país sin problemas, porque tenía el fallo judicial a su favor.

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El progenitor de “Elián ecuatoriano”, como lo llamaron en España, expresa estar preocupado “por el escándalo que se ha hecho. Mi reputación está en juego, porque me hacen aparecer como un delincuente que se robó o raptó a un niño, que es mi hijo”, destacó Endara, quien labora como gerente de logística de la compañía Comexport.

Le preocupa que no pueda ir a España porque “indudablemente me cogerían preso como si fuera un vulgar delincuente. De manera que tendré que arreglar esta situación con abogados”, acotó.

El pequeño Samuel es claro. Dice que lo que más desea en la vida es estar con Nicolás y Marta. ¿Los necesitas a ambos?, se le preguntó y respondió: “Lógico, quiero vivir con los dos, son mis padres”.

El niño, quien ayer llegó con su padre desde el balneario de Salinas, afirmó que en cualquiera de los dos países podría vivir, siempre que sea con sus padres. “Me gustan los dos, en España hace frío y aquí calor, pero me gustan”, insistió.

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Mientras se abrazaba de su padre, Samuel dijo que espera que todo se solucione para salir de paseo a Disney, EE.UU.