En Ecuador el 66% de los trabajadores percibe una remuneración de un salario mínimo vital o menos ($ 142) y los jubilados entre $ 20 y $ 100; en tanto, según la prensa, ciertos prefectos reciben sueldos de $ 3.250, $ 7.000 o de $ 13.340 al mes.

Salarios similares hay en la “burocracia dorada”, de ahí la desesperación por conseguir cargos públicos, los políticos y su entorno. Tampoco pueden quejarse de “salarios de hambre” los congresistas y algunas secretarias. Esto constituye una bofetada al pueblo.

Dr. Carlos Salvador G.
Guayaquil

Empresas tercerizadoras han sido creadas con ánimo de evadir responsabilidades patronales directas; de esta manera fomentan la desprotección social, ya que los trabajadores no son afiliados permanentes al Seguro Social.

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Eso impide que el trabajador se jubile por vejez, porque constantemente es cambiado de compañía de diferente denominación, aunque trabaje físicamente en el mismo lugar; antes de cumplir el año ha trabajado para tres empresas. Por eso, el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social deja de percibir los fondos de reserva. El Congreso debe reformar la ley para que las tercerizadoras paguen los fondos de reserva.

Néstor Torres
Guayaquil