La actividad de los comercios y de las oficinas situadas en los edificios colindantes a la torre Windsor, pasto de las llamas desde últimas horas del sábado, ha quedado suspendida al menos hasta el miércoles, anunció este domingo el alcalde Alberto Ruiz Gallardón.
 
El alcalde añadió que habrá cortes en varias líneas de Metro e importantes restricciones de tráfico como consecuencia de este incendio, el más importante sucedido en Madrid y que ha destruido un edificio de 31 pisos y 106 metros de altura.
 
La prohibición de actividades comerciales y de oficina, que incluyen unos importantes grandes almacenes y la sede de una compañía de seguros, se prolongará hasta que los técnicos municipales no determinen que no se corre ningún riesgo.
 
En declaraciones a la prensa en la zona del siniestro, Ruiz Gallardón explicó que se trata de medidas cautelares para garantizar la seguridad de las personas.
 
Asimismo, avanzó que se investiga si el fuego de la torre Windsor se produjo pasadas las 11 de la noche (10.00 GMT), cuando no había nadie en las primeras plantas afectadas por el fuego, o si comenzó antes, cuando podría haber personas en el edificio, con lo que se contemplaría la posibilidad de una negligencia.
 
Según el alcalde, los servicios de emergencia fueron activados a las 23.21 horas (22h21 GMT) cuando no había personas en las plantas 21 y 22, que es donde se originó el incendio.
 
Si el fuego comenzó a esa hora, continuó, "podríamos hablar de que la causa es fortuita o técnica", pero si comenzó antes, cuando "pudiera haber personas, se contemplarían otras posibilidades, en su caso de negligencia".

Un espectacular fuego declarado en las últimas horas del sábado ha destruido la torre Windsor, el octavo rascacielos por altura de Madrid y uno de sus edificios más emblemáticos, cuyos 31 pisos han quedado reducidos a un esqueleto de hormigón.
 
El incendio en la torre Windsor, el más importante sucedido hasta ahora en Madrid, se inició a las 23h20 (22h20 GMT), causando una gran alarma en toda la zona, la conocida área de negocios madrileña de Azca, donde se concentran gran número de oficinas y centros comerciales.
 
El rascacielos, de 106 metros de altura, empezó a arder, según los primeros indicios, a causa de un cortocircuito en el piso 21, en un edificio que se encuentra en obras desde hace meses.