Treinta  policías tumbaron el viernes pasado los maderos de un puente sobre el estero El Macho, que une a las 150 familias del barrio suburbano San Estuardo con la Av. Circunvalación Norte.

La acción se dio por una orden de desalojo que obtuvo hace quince días de la Gobernación de El Oro la directiva del barrio Dos Bocas, ubicado al otro lado del estero, frente al San Estuardo.

Los boquenses no quieren la estructura porque  la  vía de acceso al mismo pasa por un terreno que donó el cabildo en el 2001 para una guardería infantil en su sector,  indicó Elbia Yivisuca, presidenta del Dos Bocas.

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A su vez, los moradores del San Estuardo alegaron que el viaducto lo construyeron con materiales otorgados por la anterior administración municipal, la que también les autorizó  ocupar dicho terreno para la vía de acceso, pues los beneficiarios anteriores no lo utilizaron.

Alba Aguilar, presidenta del San Estuardo, dijo que están hechas las bases para un puente carrozable, y esperaban fundir la losa.

Al no existir el paso en dicho lugar, a los moradores de San Estuardo les toca caminar cinco cuadras por senderos lodosos hasta llegar a otro puente ubicado en un sector vecino y poder salir a la avenida principal.

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Lo que es peor, por las noches en dicho puente se instala la banda conocida como Los Palitroquis, que cobran peajes de hasta 4 dólares por persona para dejarlos pasar sin hacerles daño,  aseguró un habitante.

El San Estuardo  nació hace 19 años como invasión. Carece de servicios básicos.