El jefe del programa petróleo por alimentos aplicado por la ONU en Iraq obstaculizó una auditoría a su oficina en el misma época que presuntamente trataba de obtener jugosos contratos petroleros en el mismo país, de acuerdo con un panel de investigadores.
 
Un equipo de auditoría de las Naciones Unidas, que contaba con menos personal del que necesitaba, dijo que dirigir el programa de 64.000 millones de dólares era una   actividad de alto riesgo y una prioridad para supervisar. Pero Benon Sevan rechazó el pedido de los auditores internos de contratar a un consultor para que examinara su oficina en mayo del 2001, un hecho que ahora cuestionan los investigadores del programa.
 
Sevan es investigado por presuntos hechos de corrupción y mala administración del programa de la ONU. Está acusado de haberle ofrecido a Iraq acuerdos petroleros lucrativos.
 
Creo que los auditores pensaron que eran desviados de algunas áreas, expresó a la AP Paul Volcker, que lidera una investigación independiente.
 
A nuestro juicio, la oficina principal debería haber sido auditada. Y eso lleva a la hipótesis de que tal vez los auditores no fueron alentados para que hicieran su trabajo. Creo que llegamos a la inferencia de que al menos fue sospechoso.
 
Dos meses después de que Sevan rechazó el pedido de los auditores, una empresa panameña llamada African Middle East Petroleum compró un millón de barriles de crudo que Iraq había destinado a Sevan, una de las nueve asignaciones realizadas entre 1998 y el 2002 en las que participó el jefe del programa y que le habrían dejado a la empresa 1,5 millones de dólares netos, según un informe preliminar difundido por el comité de Volcker este mes.
 
El titular de AMEP, Fakhry Abdelnour, amigo de Sevan, expresó a los investigadores que pagó 160.000 dólares de soborno a una cuenta controlada por Iraq en Jordania en octubre del 2001, bajo uno de los programas investigados.
 
Volcker no dijo que Sevan recibió sobornos, pero manifestó preocupación por unos 160.000 dólares en efectivo que Sevan dijo que recibió de una tía oriunda de Chipre entre 1999 y el 2003.
 
El informe de los investigadores cuestionó esta   riqueza inexplicable, indicando que la tía, que falleció recientemente, era una fotógrafa del gobierno jubilada que vivía con una modesta pensión.
 
La semana pasada, el secretario general de la ONU Kofi Annan suspendió a Sevan, después que Volcker lo acusó de haber incurrido en un   grave conflicto de intereses, al considerar que su conducta al ofrecer contratos de crudo para AMEP era   éticamente incorrecta y socavaba seriamente la integridad de las Naciones Unidas.
 
El día que Volcker difundió su informe, el abogado de Sevan, Eric Lewis, acusó al panel de investigadores de intentar convertir a su cliente en un   chivo expiatorio. Dijo:   El señor Sevan nunca tomó un centavo y estaba orgulloso de su carrera de 40 años en la ONU y con el programa de petróleo por alimentos, que salvó a decenas de miles de iraquíes   de la muerte por enfermedades y hambruna.
 
El programa fue el operativo de ayuda humanitaria más importante de la ONU, implementado entre 1996 y el 2003. Estaba diseñado para permitirle al gobierno de Saddam Hussein que vendiera cantidades limitadas de crudo a cambio de artículos humanitarios, una excepción a las sanciones impuestas tras la Primera Guerra del Golfo Pérsico de 1991.
 
El pequeño equipo de auditores designados para supervisarlo contaba con poco personal y escasos fondos. Comparado con otros programas, debería haber tenido más de 160 auditores, de acuerdo con el panel investigador de Volcker. En cambio, en el 2001, sólo tenía cinco.