El abandono conyugal ha ocasionado grandes epopeyas románticas en el cine. No siempre el enfoque ha sido trágico: los dramas de la vida en pareja pueden convertirse también en grandes comedias. Ahora el cine argentino nos sorprende agradablemente con No sos vos soy yo, el filme del director Juan Taratuto que se estrena hoy en Cinemark.

Esta “crónica de un fracaso anunciado” –como el protagonista la denomina en algún momento– tiene algunos aciertos y si a veces no son muy originales es absolutamente encomiable esta primera película de un joven director. Cuando la víctima del abandono es el hombre, pareciera que las posibilidades de visualizar absurdos desastres son ilimitadas.

El actor Diego Peretti es Javier, un médico con una nariz como la de Cyrano de Bergerac que balancea su presupuesto trabajando de Dj en las noches. Esto produce rencillas con María (Soledad Villamil), su pareja de dos años. Cuando ella se queda a vivir en Miami, Javier renuncia a sus dos trabajos, hace maletas y deja su casa en busca de otros horizontes y de la milagrosa green card. Hasta ese momento todo parece andar bien, a pesar de que hay algo en la rutina de los dos que revela días grises. En el camino al aeropuerto él recibe una llamada de María, comunicándole que se ha juntado con un hombre mayor. La noticia cae como si se tratara de un tsunami y la supervivencia se hace imposible. Allí Peretti acapara el filme y lo que sigue parece salir de una película de Woody Allen.

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No sos vos soy yo tiene que ver con la fórmula final de Javier para salir del embrollo de una vida trastocada inesperadamente.

A diferencia de las películas de Woody, esta vez el psicoanalista (Marcos Mundstock) que trata al protagonista no es un neurótico más y los remolinos que afectan la vida de su paciente solo alteran sus nervios en una divertida secuencia.

Las aventuras pos armaggedon de Javier sí nos sorprenden: para la soledad de su casa y por recomendación médica llega un perrito de compañía comprado en una tienda de mascotas donde conoce a Julia (Cecilia Dopazo), la chica que vuelve a dar otro giro a su vida. Meses después el animalito resulta ser un gran danés y otras crisis se desatan.

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La película observa los desesperados procesos del protagonista de forma realista y sin poses. No tenemos que bancarnos estas situaciones teniendo que soportar a Jennifer López o George Clooney con su carisma millonario. Los verdaderos caminos del cine latinoamericano van por aquí, cuando una comedia nos muestra el color de la verdad. Bienvenidos sean estos primerizos.