En algunos condominios, los moradores pagan por el consumo individual y el total del edificio.

En la ciudadela Sauces IV existen 96  bloques multifamiliares, de 15 departamentos cada uno, con un problema en común: el servicio de agua potable.
Cada departamento posee un medidor individual y, además, quienes habitan en ellos deben dividirse el valor de la planilla que mensualmente les llega por consumo general de agua del edificio.

En el bloque 25 de esa ciudadela, donde vive Lilian Loor,  la deuda total del condominio asciende a 2.273 dólares. “Recién hace dos años le pusieron medidor a la cisterna que nos da agua a todos, pero antes eran valores que podíamos pagar y ahora debemos casi tres mil dólares”, refiere ella.

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Aunque paguen el consumo individual, si no reúnen dinero para pagar la planilla, les cortan el servicio de agua potable, dice Francisco Castro:  “el agua nos sale más cara que la comida y el arriendo”.

En la misma ciudadela, hay bloques que le deben a Interagua entre 7.000 y 12.000 dólares. El edificio 19, donde viven Mirelly Loor y Jeanette Sierra, debe pagar 9.800 dólares este mes. “Nosotros no tenemos  fuga en la cisterna”, cuenta Sierra, y muestra una evaluación de los técnicos de Interagua, que califican el reservorio “en buen estado”.

En otros predios multifamiliares del norte y sur de Guayaquil, la situación es similar: Marina Villamar, habitante de uno de los condominios de la ciudadela La Pradera, afirma que aunque canceló 18 dólares por consumo de agua en su departamento, le cortaron el servicio hace pocas semanas, porque sus vecinos no pagaron la planilla general.

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“Deben decidirse por una de las maneras de cobrarnos, o pagamos la individual o nos dividimos la general, pero no podemos cancelar dos veces”, expresó Marina.

Fernando Alvarado, vocero de Interagua, dijo ayer que este método de lectura, implantado en algunos bloques desde hace un par de años y en otros desde hace algunos meses, no representa una doble facturación mensual del servicio.

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Más bien, comentó Alvarado, se trata de que quienes viven en edificios multifamiliares aprendan a vivir en comunidad. De que todos se dividan el valor del agua que se gasta en jardinería y en limpieza de corredores, por ejemplo.

“Es la única manera de evitar desperdicios. Los medidores individuales permiten que haya equidad en el pago y los medidores generales indican la totalidad de agua que entregamos al predio”, indicó.

El Reglamento de Prestación de Servicios de Interagua estipula que los moradores de condominios deben sumar sus planillas individuales y restarle ese valor al total del consumo general. Esa diferencia la deben pagar todos.

Pero Fernando Alvarado explicó que esa operación matemática ya viene hecha en la planilla general. “Si el consumo general del edificio les parece alto, puede ser que tengan una fuga”, acotó.

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Una hipótesis rechazada por Carlos Delgado, del bloque 27 de Sauces IV: “Si tenemos tanta agua fugándose, como para que nos lleguen cuentas por pagar de 8.000 dólares, ya estuviésemos inundados”.

MEDIDORES

EN EL REGLAMENTO
El método de instalar medidores individuales y  además uno a la cisterna del edificio no está estipulado en la Ley de Régimen Municipal que habla sobre el servicio de Interagua, pero sí consta en el Reglamento interno de Prestación de Servicios de la concesionaria Interagua.

OPERACIÓN MATEMÁTICA
El Reglamento de Prestación de Servicios de Interagua estipula que los moradores de los multifamiliares deben sumar sus planillas individuales y restarle ese valor al total del consumo general. Esa diferencia la deben dividir entre todos quienes habitan el predio.

REUNIONES
Los comités de algunos bloques de Sauces IV se han reunido para planificar acciones legales en contra de Interagua. Varias veces les han suspendido el servicio por no pagar las planillas generales y ellos optan por conectarse directamente.