El reconocido dramaturgo estadounidense Arthur  Miller, de 89 años y afectado de cáncer, neumonía y problemas cardiacos, falleció el jueves en su casa de Connecticut, rodeado de sus hijos, informó su hermana Joan Copeland.

Desde hace varios días, sus allegados se habían juntado alrededor de su  cabecera. Entre ellos, su hija Rebecca, actriz casada con el actor británico  Daniel Day-Lewis, sus nietos, y su compañera 55 años menor que él, la pintora Agnes Barley.
 
Autor de clásicos como "Muerte de un viajante" (1949) y "Las brujas de  Salem" (1953), y ganador del premio Pulitzer, Miller falleció el jueves poco antes de las 22h00 locales (03h00 GMT del viernes).

La Fundación Príncipe de Asturias rendirá un "gran homenaje de recuerdo, admiración y gratitud" a Miller, Premio de las Letras en el 2002 de esa institución.
"Es un día de profunda tristeza porque desaparece una figura universal de la cultura, que animó el conocimiento y la vida de muchas generaciones de ciudadanos de todo el mundo y especialmente de españoles", señaló hoy el director de la Fundación Príncipe de Asturias, Graciano García.
 
Recordó que seguía manteniendo contactos con el escritor estadounidense de cara a la celebración este año del vigésimo quinto aniversario de la Fundación.
 
Entre otros actos, la Fundación estaba barajando la posibilidad de volver a reunir a Arthur Miller y el cineasta Woody Allen (Premio de las Artes), que se conocieron en la ciudad española de Oviedo en octubre del 2002 con motivo de la entrega de los Premios Príncipe de Asturias de ese año.
 
García afirmó que, con motivo de la celebración del XXV aniversario de la Fundación, estaban en contacto con el escritor y que éste se había mostrado dispuesto a participar, aunque les decía que su delicado estado de salud no le iba a permitir volver.
 
"Sí quería hacer algo especial y soñaba con que (la región española de) Asturias fuese el primer lugar de Europa en el que se estrenase su última obra", señaló García, quien resaltó que el Premio Príncipe de las Letras fue el único galardón que en los últimos años recogió personalmente este autor.
 
En este sentido, dijo que, como director de la Fundación, sólo puede hablar de él "con palabras de gratitud por haber venido a recoger el Premio de las Letras a una avanzada edad", así como por las palabras de "gratitud y sincera admiración" que desde entonces brindó hacia la obra de esa institución y los valores que representa.
 
García se declaró admirador de la obra de Miller, "siempre viva, que refleja todos los conflictos de la sociedad de este tiempo y de todos los tiempos", así como de su "lucha contra lo superficial, la intolerancia, el puritanismo y los dogmatismos de todo tipo, y su cercanía a los personajes más humildes de la sociedad, a los que defendía".
 
La última visita de Miller a España fue en octubre del 2002, con motivo de la entrega del Premio Príncipe de Asturias de las Letras, que recibió de manos del heredero de la Corona española, Felipe de Borbón.
 
En aquella ceremonia aseguró que España se había convertido en un ejemplo en la lucha de muchos otros pueblos por alcanzar la modernidad.
 
En su intervención hizo un repaso a su relación con España,  país que ejerció sobre su conciencia a lo largo de su vida "efectos especialmente importantes e incluso dramáticos".