Una nueva terapia celular de invasión mínima, que se practica en la Clínica Universitaria de Innsbruck, Austria, promete curación a los pacientes de incontinencia de orina.

Según comunicaron ayer fuentes del hospital, en un ensayo clínico, 95 de 112 pacientes pudieron recuperar la plena continencia.

El método consiste en introducir células propias del paciente en torno al esfínter de la uretra para fortalecerlo.

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La incontinencia de orina afecta a muchas personas mayores, más a las mujeres que a los hombres, y es una enfermedad de gran envergadura social y económica, ya que tres cuartas partes de las personas internadas en centros geriátricos son ingresados porque padecen este mal, señaló el urólogo Hannes Strasser de la Clínica Universitaria de Innsbruck.

Para la terapia se le extrae al paciente, bajo anestesia local, una prueba de tejido muscular del brazo, tejido que después se multiplica en cultivos, en un laboratorio esterilizado, durante seis a ocho semanas, y después, las células se inyectan mediante ultrasonido en la uretra.

La empresa de biotecnología Innovacell, fundada en 2000 por la Clínica Universitaria de Innsbruck, por lo pronto aplica el método en la sección de urología de este centro, pero también tiene planes para extenderlo a toda Austria, Alemania, Italia, Suiza y Estados Unidos, declaró un portavoz de la firma.