La cleptocracia o como podría llamársele al gobierno de los corruptos, es un mal de nuestros pueblos del continente latinoamericano.

Eso es debido a nuestra herencia de cuando éramos colonia de España, ya que los funcionarios españoles que arribaron a nuestras costas habían  comprado al rey las posiciones que ocupaban. Es por ello que venían a recuperar el dinero invertido y lapidaban el erario público, cosa que en aquel entonces era bien vista.

Y no solo robaban a sacos llenos, sino que violaban hasta la ley de gravedad. El sustituto al capitán general de entonces, es el caudillo de hoy que como aquel dice: “Las leyes se aceptan, pero no se cumplen”.

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Calixto Izquierdo Calero
Salinas

Impotencia y rabia causa saber que ciertos seudoeconomistas ejercen los destinos de Transelectric, y que encima de todo les dan plazo para presentar títulos que nunca tuvieron; mientras tanto, nuestros viejos héroes jubilados reclaman con justicia y coraje una pensión que ladrones de saco y corbata se festinan.

Juan José Bautista Litardo
Guayaquil

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Decía Víctor Hugo que el éxito es una cosa bastante fea, y que su falso parecido con el mérito engaña a los hombres de tal modo que para la multitud, el triunfo tiene casi el mismo rostro que la superioridad.

A esta opinión me adhiero en este tiempo cuando se proclaman los éxitos políticos como resultado de méritos, y donde se estima que el triunfo es sinónimo de superioridad.

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No siempre los que triunfan en las elecciones o alcanzan elevadas posiciones en el engranaje del Estado, o esperan que se les brinde una oportunidad para servir al país, son hombres de mérito. En el mayor de los casos gozan de popularidad, ya que sus nombres suenan en el ambiente, o se los ve de manera frecuente en los medios de comunicación. Estas circunstancias constituyen un formalismo social de importancia y excluyen cualquier consideración al mérito y otros valores personales.

Si el éxito es una cosa fea, ha de ser por tener como fundamento solo esas circunstancias. No debe asombrarnos de las cosas que pasan en Ecuador.

Ab. Othón Olaya Seminario
Guayaquil