El acuerdo entre Israel y Palestina, suscrito en Charm el Cheij, Egipto, sufre sus primeros obstáculos.

El primer ministro israelí, Ariel Sharón, y el presidente palestino, Mahmoud Abbas, chocaron con la oposición en sus respectivos países ayer, luego de anunciar el cese de la violencia en Medio Oriente, tras la cumbre de Charm el Cheij.

Del lado israelí, el ministro de Relaciones Exteriores, Sylvan Shalom, encabezó una campaña para organizar un referendo sobre la retirada israelí de la Franja de Gaza que consultaría la fecha del desmantelamiento de 21 colonias en esa región y cuatro asentamientos en Cisjordania.

Publicidad

Sharón se opone al referendo, pero no tiene mayoría en la Knesset (Parlamento).

Además, la organización israelí Escudo de Defensa afirmó que más de 10.000 soldados hebreos están dispuestos a desobedecer la orden de evacuar a los colonos.

Entre los palestinos, el Movimiento de Resistencia Islámica Hamas y la Jihad Islámica moderaron el optimismo al afirmar que el alto al fuego proclamado en la cumbre no expresa su sentir sino “solo la posición de la Autoridad Palestina”.

Publicidad

Abbas tenía previsto reunirse ayer con líderes de Hamas en Gaza.

En la primera violación al acuerdo, guerrilleros de las Brigadas de los Mártires de Al Aqsa dispararon ayer contra un asentamiento judío cisjordano, sin dejar heridos.

Publicidad

Funcionarios palestinos afirmaron que los rebeldes libaneses de Hizbulá buscan reclutar radicales para realizar ataques contra israelíes.

Nuevo gobierno
Ayer, el Parlamento palestino concedió a Mahmoud Abbas diez días para cambiar el gobierno de la Autoridad Nacional Palestina (ANP).

Después de ganar las elecciones presidenciales palestinas el pasado 9 de enero en las que triunfó Abbas, el Parlamento palestino señaló que el actual gobierno es ilegal y que Abbas debe formar uno nuevo o cambiar al que ya existe.

Sin embargo, al parecer han surgido divergencias con el primer ministro palestino, Ahmed Quorei, sobre la composición del Ejecutivo.

Publicidad

Por lo pronto Israel reabrió ayer el cruce fronterizo de Erez entre Gaza e Israel, clausurado varias semanas debido a los ataques palestinos.

Cerca de 25.000 palestinos trabajaban en Israel antes del estallido de la Intifada de Al-Aksa, en septiembre de 2000.

Unos 900 prisioneros palestinos serán liberados por Israel, que además entregará cinco aldeas cisjordanas a los palestinos en tres semanas.