Casi 120.000 inmigrantes fueron repatriados durante el 2004 y en lo que va del año la cifra superó los 5.000, informó la secretaria de Estado para la Inmigración y Emigración, Consuelo Rumí, quien recalcó que el gobierno español no cejará en la aplicación “estricta” de la ley  para combatir la inmigración irregular.

En una conferencia la semana pasada, la secretaria de Estado recordó que acabar con la inmigración ilegal es una de las prioridades del Ejecutivo socialista de José Luis Rodríguez Zapatero.

En los últimos ocho años, dijo Rumí, la inmigración ilegal “ha crecido de manera espectacular y ni las regularizaciones extraordinarias decretadas por el gobierno, ni las sucesivas reformas legislativas han logrado plasmar resultados positivos”.

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Respecto al proceso especial de regularización que inicia hoy, la secretaria de Estado indicó que servirá para hacer frente a la economía sumergida.

“La existencia de una amplia franja de empleo ilegal es precisamente la que ha determinado el fracaso de las políticas de contención de las llegadas de inmigrantes llevadas a cabo por el anterior Gobierno”, dijo.

Consuelo Rumí criticó al anterior gobierno, del conservador Partido Popular (PP), al que acusó de fracasar en la gestión migratoria por no saber hacer frente al “binomio fatal” de la restricción de las vías de acceso al empleo regular y el elevado empleo ilegal.

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La secretaria de Estado señaló que el gobierno español seguirá en los próximos meses con su propuesta de lograr un Pacto de Estado en Inmigración, un fenómeno que, según dijo, marcará “los perfiles de la convivencia colectiva en nuestro país durante las próximas décadas”.