En Río de Janeiro, decenas de escuelas de samba de la llamada segunda división desfilaron  en el sambódromo, una avenida de 700 metros flanqueada por graderías y palcos para 60.000 espectadores.

En Colombia, Croacia, España y Alemania, la gente también se tomó las calles para festejar el carnaval.

Brasil entero se sumergió ayer por tercer día seguido en las fiestas del carnaval, una celebración que cada año arrastra multitudes a las calles, mezcla anónimos y famosos y mueve millones de dólares en negocios.

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En Colombia, Croacia, Alemania y España, la fiesta también se encendió. En Rijeka (Croacia), alrededor de 10.000 personas participaron en un desfile de máscaras.

En Río de Janeiro, capital de la samba, la fiesta comenzó temprano y con los primeros rayos del sol salieron a las calles del centro de la ciudad los seguidores del Cordón do Boitatá, un tradicional bloco (banda de barrio), que arrastró a centenares de bailarines disfrazados. El carnaval de Brasil se extenderá hasta la madrugada del miércoles de Ceniza, inicio de la Cuaresma católica.

Sin embargo, la fiesta en este país se vio opacada por la muerte de Dária José da Silva, de 59 años, integrante de la escuela de samba Águila de Oro, quien falleció a consecuencia de un paro cardíaco mientras desfilaba ayer en el sambódromo de Sao Paulo, informaron emisoras de radio.

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