Quienes gustan de esta moda, la ven como una búsqueda de identidad y originalidad.

Cristina Carrera recuerda la experiencia de colocarse un arete en el ombligo como algo doloroso pero a la vez satisfactorio.

Ella lo califica como ambiguo y una tendencia de la moda que crece en el país. Durante la temporada playera, la mayor parte de quienes acuden a los centros especializados en perforaciones buscan tener uno en el ombligo.

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El término ‘pierce’, en inglés significa perforar. El piercing consiste en colocar aretes en diferentes partes del cuerpo.

Algunos lo consideran como un arte, o una manera de expresar libertad. Otros opinan que es una forma de destruir el cuerpo. 

Esta técnica se practica desde hace miles de años en culturas de origen indio. Ellos se colocaban fragmentos de diversos materiales, incluso de huesos de animales. En algunos pueblos primitivos formaban parte de sus ritos.

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La moda llega a Ecuador con mayor fuerza desde hace cinco años.

Cindy Parra, de 27 años, realiza piercings hace dos años.
También tiene perforaciones en varias partes de su cuerpo.
En cuanto a su experiencia señala que “los piercings son dolorosos los primeros días, pero es mejor tenerlos que no ponérselos por miedo”.

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Ella se los hizo “para salir de lo común” y porque antes no todos se atrevían a usarlos. “Ahora es más frecuente y normal verlos en cualquier parte del cuerpo”, manifiesta.

Cindy trabaja en Tower Records. A ese lugar concurren hombres y mujeres, algunos de ellos menores de edad, y según dice, a ellos no les hace las perforaciones. “Les pido la cédula, porque generalmente es por rebeldía, a otros indecisos, se les ve en la cara lo nerviosos que están. Si no vienen acompañados de un adulto, opto por no hacerlo”.

David Carrillo no se haría ‘nunca’ nada que lastimara su cuerpo; en cambio, su hermana menor, Nora, se colocó un arete en la lengua sin permiso de sus padres, y tuvo que sacárselo para ‘evitar problemas’ cuando se enteraron.

Jorge Gutiérrez trabaja en Chóez, un local ubicado en la Plaza Rodolfo Baquerizo.

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Desde diciembre ha colocado al menos 60 piercings en el ombligo. Él explica que en la ciudad quienes acuden a colocárselo en esa parte del cuerpo son mujeres, especialmente ahora para lucirlos en la playa.

Los perforadores Parra y Gutiérrez coinciden en señalar que lo más importante es la higiene al realizar este trabajo.

“Las precauciones sanitarias son una regla, desinfectar adecuadamente el arete y la zona donde se colocará, usar los instrumentos esterilizados y guantes”. “Quienes realizan el trabajo en las calles no trabajan con asepsia, cuando alguien se haga un piercing, debe hacerlo donde hayan profesionales”, dice Parra.

Piercing

Materiales
Para la primera perforación, los piercers (quienes hacen las perforaciones) sugieren los aretes de  acero quirúrgico, titanio, platino u oro. La plata no es recomendable para las primeras perforaciones.

Precios
Según los materiales, oscilan los de acero quirúrgico entre
$ 5 y $ 10, de titanio de $ 8 a $ 15. Los de platino y oro son los más costosos.

Precauciones
Evitar los golpes en la zona donde se colocó el arete, mantenerlo limpio, cuando es en la lengua no comer cosas muy ácidas o picantes. Los perforadores comentan que solo el 60% sigue  estos procedimientos. Es importante después de hacer el piercing, seguir con los cuidados que indique el perforador para evitar posibles problemas.

Cuidados
Recomiendan limpiar la zona de perforación con jabón neutro, no con alcohol. Si usted tiene un arete facial, evite usar maquillaje en la zona hasta la cicatrización. Si usa en la lengua, limpiarlos después de comer, beber o fumar. Se puede usar antisépticos orales.

El proceso de cicatrización suele durar entre cuatro y seis semanas.