Un centenar de soldados afganos pasarán la próxima noche en el lugar donde están los restos del avión que se estrelló el jueves pasado con 104 ocupantes cerca de Kabul, a la espera de los equipos forenses que han de examinar los cuerpos localizados, informó a EFE un portavoz militar.
 
El portavoz de las Fuerzas Armadas afganas, general Mohamed Zahir Azimi, señaló a EFE que los militares, pese al empeoramiento del tiempo, seguirán en el lugar, a más de 3.000 metros de altitud, donde no se han encontrado supervivientes, y "no tocarán los restos humanos, que están destrozados, hasta que lleguen los forenses".
 
Hasta el momento, según Azimi, han podido acceder a los restos de la cola y la parte trasera del avión, así como una zona del fuselaje y a un ala, pero no a la cabina de pilotos y a la parte delantera.
 
Sobre las cajas negras del avión, donde se registran los datos del vuelo y que pueden dar información sobre como se produjo el accidente, "hasta ahora no sabemos que hayan sido localizadas", agregó el portavoz militar afgano.
 
Un millar de militares y policías afganos participan en la operación de rescate de los restos del Boeing 737 de la compañía nacional Kam Air, que se estrelló el jueves pasado, con 96 pasajeros y 8 tripulantes, contra una montaña de 3.300 metros de altura, 26 kilómetros al este de Kabul, cuando se disponía a aterrizar en el aeropuerto de la capital en medio de una nevada.
 
Esta tragedia se ha convertido en la mayor de la aviación comercial afgana, con más del doble de víctimas que en la registrada en marzo de 1998, cuando un Boeing 727 de la compañía estatal Ariana se estrelló también en una zona montañosa cerca de Kabul y murieron 45 personas.
 
Familiares de los viajeros que iban en el avión, que volaba de la ciudad occidental afgana de Herat a Kabul, intentaron llegar hoy en varios vehículos a las inmediaciones de los restos con intención de identificar a sus allegados.
 
Los militares afganos, que han creado un perímetro de seguridad en torno al área, les cerraron el paso, debido a la imposibilidad de alcanzar por tierra el lugar y el peligro que supone la presencia de minas en la zona.
 
Entre los pasajeros y tripulantes, se calcula que unos 25 extranjeros viajaban en el avión estrellado.
 
Según dijo a EFE el embajador y asesor político del mando de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (Isaf), Angel Losada, "pese a los esfuerzos que realiza el Ejército afgano y la ayuda proporcionada por las tropas multinacionales, el rescate y recogida de restos pueden llevar semanas".
 
"No sólo están las dificultades de llegar a ese punto tan alto de la falda de la montaña y de la presencia de minas, sino también la gran cantidad de nieve acumulada, que ha entorpecido el rescate desde el principio", agregó.
 
Helicópteros holandeses de la Isaf descubrieron el sábado los restos en una zona donde hay casi dos metros de nieve, pero, durante el sábado y el domingo, les fue imposible acceder al lugar, debido a las malas condiciones meteorológicas.
 
Esta mañana, aprovechando una mejoría en el tiempo, helicópteros españoles adscritos a la Isaf pudieron depositar en el lugar varios equipos médicos y de rescate de montaña y artificieros, que no encontraron de supervivientes, según dijo EFE el portavoz de la agrupación militar española en Afganistán, comandante Javier García-Calvo.
 
Los equipos de la fuerza multinacional fueron relevados más tarde por militares afganos, que siguen en el lugar y proceden a la búsqueda de restos y de las "cajas negras".