El papa Juan Pablo II continuará hospitalizado unos días más como medida de precaución, dijo el Vaticano este lunes, un día después de que el pontífice de 84 años se presentó en la ventana de su clínica para demostrarle al mundo que se recuperaba de su más reciente crisis.
 
El vocero papal, Joaquín Navarro Valls, dijo que el pontífice no tenía fiebre, comía regularmente y había estado en una silla durante las últimas horas. Las autoridades dicen que la sexta noche del Papa en la clínica pasó tranquilamente.
 
Sus médicos le recomendaron que se quedara unos cuantos días más, indicó Navarro Valls, aunque se negó a fijar la fecha en que el pontífice será dado de alta.

No puedo precisar con exactitud cuántos días estará el Papa en el hospital, señaló el portavoz.   Pero los médicos han sugerido varios días más.
 
El Papa estuvo leyendo los periódicos, y Navarro Valls señaló que el pontífice le indicó:   Me enteraré por la prensa cómo evoluciona mi estado de salud.
 
Este domingo, el Papa se asomó durante unos 10 minutos por una ventana en su habitación de la Policlínica Gemelli, de Roma. Fue su primera presentación en público desde que fue internado hace algunos días, por problemas respiratorios y aquejado de influenza. El precario estado de salud del Papa puso en duda su capacidad de recuperación y su posibilidad de continuar en el cargo.
 
El Vaticano dijo que el próximo boletín sobre la salud papal será dado a conocer al mediodía del jueves.
 
El Papa, que sufre del mal de Parkinson y de dolencias en la cadera y en las rodillas, fue internado en la Policlínica Gemelli el primero de febrero.
 
Preguntado si el Papa asistirá el viernes al servicio religioso del Día Mundial de los Enfermos, Navarro Valls dijo:   No puedo desecharlo o confirmarlo. Son los médicos quienes deben decidir. Son ellos los que recomendaron que el Papa permanezca (en la clínica) algunos días más.
 
Navarro Valls dijo que el pontífice ha recibido   centenares, tal vez miles de mensajes de feligreses deseándole que se recupere, tanto de pacientes del hospital como de personas en Italia y alrededor del mundo.
 
El Papa lee algunos de los mensajes   y recuerda a todos en sus plegarias, indicó el vocero.
 
Un preso italiano, escoltado por la policía, visitó el hospital el lunes y dejó a Juan Pablo II dos regalos hechos por otros prisioneros: un arpa diseñada con palillos de fósforos, y un zapato esculpido en madera.