En sus diez años como comerciante, Consuelo Gonzabay, una mujer de piel tostada y ojos rasgados, ha sido testigo de más de un centenar de robos en la playa de Salinas, pero nunca se atrevió a denunciar uno. La razón: el temor a la represalia de los delincuentes.

Ayer cambió de opinión. “Ahora sé que es bueno alertar a las autoridades porque ayudamos y nos ayudamos mutuamente”. Ella es vendedora de bebidas y gaseosas y cervezas y fue una de las 120 comerciantes que asistieron a la convocatoria de la Jefatura Política de cantón, la Capitanía del Puerto y la Defensa Civil para capacitarlos en prevención y seguridad para el turista.

El evento se llevó a cabo en el hotel Sun Beach, los días miércoles y jueves pasado.

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El plan pretende evitar más robos en el balneario con la ayuda de los comerciantes y brindar tranquilidad al turista. Según Mario Granizo, jefe político del cantón, la capacitación busca que el vendedor se interese en la seguridad del turista, que es su principal fuente de ingreso.