A 57 días del accidente de un helicóptero Bell, de la Fuerza Aérea Ecuatoriana (FAE), que provocó la muerte de dos personas en esta ciudad, tan solo se ha realizado la reconstrucción de tres viviendas, mientras los afectados esperan la entrega de una indemnización económica.

El comandante de la FAE, Hernán Ayala, visitó ayer el barrio Letamendi para evaluar los trabajos de reconstrucción de las viviendas afectadas, en una de las cuales fallecieron el pasado 9 de diciembre Viviana Paredes, de 24 años, y su hija Joselín Cárdenas Paredes, de un año 8 meses.

“No me cansaré de decirlo, no habrá dinero en el mundo que me devuelva la felicidad que tenía con Viviana y Joselín; la Navidad y el Año Nuevo fue lo más triste de mi vida”, dijo Rafal Cárdenas, esposo y padre de las víctimas.

Publicidad

La FAE y la aseguradora están cubriendo los gastos en la reconstrucción de las casas, “pero  mi hijo necesita la ayuda psicológica”, expresó Isolina Mariño, madre de Rafael.

Ayala aclaró que las indemnizaciones se darán de acuerdo a lo que establece la ley.

Sobre las causas del percance, Ayala informó que la junta investigadora de accidentes envió a los Estados Unidos partes del motor para que sean analizadas.

Publicidad

Francisco Ponce, representante de la aseguradora Interoceánica, indicó que aún no se establecen los montos de las indemnizaciones: “el proceso está en trámite por parte de los abogados de la FAE, de la aseguradora y de la familia Cárdenas” señaló.