No me es posible aceptar que en pleno siglo de adelantos técnicos y demás maravillas, todavía no se haya creado la manera para que los usuarios del tan sufrido sector sur de Guayaquil, específicamente de la ciudadela Pradera I, no tengamos servicio de agua potable todo el día.

Yo trabajo en el norte de la ciudad, y allá hay agua todo el día, no se necesitan cisternas, ni tanques elevados para tener acceso al preciado líquido; ni punto de comparación con los agitados días de fin de semana, ya que debo levantarme muy temprano para tratar de hacer todos mis quehaceres domésticos antes de que el agua se vaya a partir de las 09h00, y no regrese sino hasta las 18h00.

En las tardes “infernales” no hay agua ni para bañarse, tampoco para regar en el jardín o limpiar los inodoros.

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Mi vida se trastorna por completo como la de cientos de personas que tenemos el mismo problema.

Las planillas de agua llegan cumplidamente y pago de muy mala gana por el pésimo servicio que nos dan. ¿Qué pasa señores? ¿Es que sin bombas de agua no se puede vivir en el sur? Estamos modernizándonos con centros comerciales, cines, etcétera, ¡pero la zona sur no tiene agua! ¿No les parece que hay un desbalance de prioridades? ¿Hasta cuándo vamos a sufrir en el sur este  atropello?

Mis hijos son la tercera generación de mi familia que sufre este martirio.

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Marola A. Peralta B.
Guayaquil

Siendo el agua un recurso natural al que tienen derecho todos los habitantes de la tierra, su administración debería estar a cargo de una fundación sin fines de lucro, para que su precio no sea una carga pesada para la población de medianos y escasos ingresos económicos, como resulta en la actualidad.

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He conocido el caso de hogares en viviendas unifamiliares, a los que visito por asuntos de trabajo, y manifiestan que ha sucedido con la actual empresa de agua potable lo que jamás ocurrió con la anterior Ecapag: que el valor de las planillas por consumo, sea muy superior al de la energía eléctrica; eso jamás fue así.

Ojalá que diputados por Guayas investiguen esta situación y luchen para que el manejo del agua potable en la ciudad, pase a una fundación sin fines de lucro. El pueblo apenas gana dinero para subsistir pobremente.

Ing. Agron. Alejandro Franco
Guayaquil