La polarización entre algunos grupos religiosos en EE.UU., que se manifestó en las últimas elecciones presidenciales puede complicar el retorno de los demócratas a la Casa Blanca, según un informe publicado ayer.

El estudio, elaborado por el Instituto de Política Aplicada Bliss de la Universidad de Akron, Ohio, destaca que la victoria del presidente George W. Bush obedeció en gran medida al fuerte respaldo de los grupos cristianos más conservadores.

Los científicos dijeron que la base religiosa de Bush incluyó a cristianos tradicionalistas en todas las categorías, así como mormones, protestantes hispanos y centristas religiosos, tanto protestantes como católicos.

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El respaldo a Kerry provino de los protestantes negros y estadounidenses no religiosos, seguidos por los católicos progresistas y los fieles de las principales creencias protestantes.

Los judíos y los católicos hispanos continuaron fieles al Partido Demócrata.