La lista chiita apoyada por el gran ayatolá Alí Sistani encabeza los resultados de las elecciones del pasado domingo en Iraq tras el recuento parcial de votos, mientras los kurdos advirtieron que aspiran  a puestos clave del gobierno.

Con ayuda de las Naciones Unidas continuaban ayer las conversaciones para implicar en el proceso político a los sunitas, los grandes ausentes de los comicios, a los que boicotearon.

La lista de la Alianza Unificada Iraquí obtuvo más del 72,8% de los votos  tras el escrutinio de 1,6 millones de papeletas (10% de los votos emitidos) en  seis provincias, sobre todo chiitas, según la Comisión Electoral.

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La lista del primer ministro Iyad Alawi, un chiita laico, está en segunda posición con el 18,4% de los votos, que representa el 11,2% de los 14,2  millones de inscritos.

“Soy el candidato de la lista democrática kurda a uno de los dos puestos de  soberanía (presidente o primer ministro)”, declaró por su parte el jefe kurdo, Jalal Talabani.

Los kurdos condicionan alianzas a la incorporación al Kurdistán, de la ciudad petrolera de Kirkuk, “arabizada” por Saddam Hussein.

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Los sunitas negocian con los chiitas la participación  en la redacción de la Constitución definitiva, pese a que  boicotearon los comicios.

Mientras, 24 iraquíes, en su mayoría soldados, murieron y otros 15 quedaron heridos en ataques rebeldes el miércoles  y ayer en Iraq, según las autoridades de Bagdad y el ejército estadounidense.

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Las fuerzas de seguridad iraquíes entrenadas, ascienden a 125.000, pero solo un tercio está preparada para participar en combates con insurgentes, indicó el Estado Mayor Conjunto, que anunció que EE.UU. tiene previsto mantener 135.000 soldados en Iraq en el 2005.