El papa Juan Pablo II experimentó “una  evolución positiva” ayer, pero permanecerá varios días en el hospital  romano Gemelli, indicó el Vaticano, que reiteró sus mensajes tranquilizadores sobre la salud del Pontífice.

En la tarde creció el optimismo por las condiciones de salud del Papa, tras  la noticia de que había podido beber unos sorbos de agua.

Según el último informe médico, el Papa está fuera de peligro, aunque seguirá al menos una semana en el hospital.

Publicidad

El Papa fue internado el martes por la noche de urgencia en el hospital  romano tras una grave crisis respiratoria.

El papa Juan Pablo II se recupera y no ha sufrido más espasmos respiratorios, dijo ayer el Vaticano.

El Pontífice, de 84 años, pasó una noche tranquila en la clínica Gemelli donde fue llevado el martes al sufrir complicaciones de una gripe, según el vocero pontificio Joaquín Navarro-Valls.

Publicidad

El portavoz ratificó que el Papa pasará unos días más en la clínica Gemelli y que podría abandonar el hospital la próxima semana.

Despachos de prensa italianos atribuyeron a fuentes médicas del hospital la declaración de que el Papa había tomado ayer unos sorbos de agua, lo cual dio a entender que mejoraba la inflamación de su garganta.

Publicidad

Incluso funcionarios del Vaticano consideraban la posibilidad de que Juan Pablo II pronuncie su homilía dominical por vía radial desde su habitación de la clínica en lugar de su habitual ventana sobre la plaza de San Pedro.

También se informó que el Pontífice podría participar mañana en una teleconferencia con un grupo de seminaristas.

La salud del jefe espiritual de unos mil millones de católicos del mundo entero motivó misas, vigilias y oraciones en muchos países.

Los frailes franciscanos se reunieron en la basílica de San Francisco en Asís, Italia, para pedir a Dios que ayudase al Papa en su enfermedad.

Publicidad

Entretanto, el turco Mehmet Ali Agca, encarcelado en su país después de haber intentado asesinar a balazos al Pontífice en la plaza de San Pedro, en 1981, envió a través de sus abogados una carta manuscrita al Papa en que le deseaba una pronta recuperación.

Fuentes vaticanas señalaron que hoy, al igual que ayer, el secretario personal del Papa, el arzobispo Estanislao Dziwisz, ofició una misa en la habitación del Pontífice, que la presidió.

Siguiendo la tradición de la festividad religiosa de San Blas, durante la misa se bendijeron dos velas, que después, entrecruzadas, fueron colocadas en el pecho del Papa, lo que se hace para invocar la curación de los enfermos que sufren de garganta o respiración.