El guerrillero Rodrigo Granda, cuya detención en Caracas desató una crisis entre los gobiernos colombiano y venezolano, afirmó en un mensaje ayer, que la presencia de miembros de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) se da en el continente americano y otras regiones, pero sin la complacencia de los gobiernos.

“La presencia ocasional de integrantes de las FARC en territorio extranjero no es un fenómeno exclusivo de Venezuela. Lo hacemos en todos los países del continente y más allá”, dijo Granda en una declaración escrita en la cárcel de alta seguridad de Cómbita y que  entregó su abogado Miguel González.

“He ingresado a Colombia, Venezuela, Ecuador y otros países de América Latina y Europa con mi propia documentación, incluso poseo un documento expedido por la Interpol en el cual consta que dicho organismo no me requiere”, agregó.

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Pero precisó que   en ningún país de los visitados puede hablarse de anuencia, complacencia o complicidad de sus gobiernos con las FARC.

En su misiva añadió que fue capturado el 13 de diciembre pasado en Caracas por personal corrupto de la guardia nacional de Venezuela y de la policía colombiana, con  asesoría gringa, quienes lo llevaron en el baúl de un carro para su arresto en Cúcuta.

Granda poseía cédula de nacionalidad venezolana, pero el presidente Hugo Chávez sostuvo que fue adquirida con documentación falsa. También figura como ciudadano ecuatoriano. Granda afirmó que los papeles son auténticos, expedidos legalmente.