Aunque se pronunció, este mediodía, en contra de la violencia, confrontación y todo hecho que derive en el maltratos a los ecuatorianos e incluso el asesinato de los ciudadanos, el presidente de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana, Monseñor Vicente Cisneros,  considera que las marchas son una expresión de libertad.

Por este motivo señaló que la Iglesia apoyaba a este tipo de hechos siempre que sean pacíficos, en referencia a la marcha anunciada para reralizarse en Quito el 17 de febrero. De esta manera, citó como ejemplo la concentración de Guayaquil del pasado 26 de enero.

Monseñor Cisneros cree que es importante que las marchas deriven en el diálogo para solucionar las diferencias que haya entre las partes.

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De su lado, el presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas Ecuatorianas (Conaie), Luis Macas, dijo que su agrupación no formará parte de las marchas que se registrarán en Quito este 17 de febrero.

“Se ha vulnerado la Constitución y  las normas, todo el tiempo no solo ahora”, expresó Macas, en declaraciones para Ecuavisa, por lo que indicó que sus agremiados están en alerta nacional, pero “en un momento determinado los indígenas estarán en las calles”.