Nuestras playas son muy lindas y visitadas por nacionales y extranjeros. En lo personal, a mi familia y a mí nos encanta Olón, pero, llegar hasta allá es molestoso.

¿Por qué razón? Por la cantidad de vigilantes acostados que hay en el trayecto que comienza en el primer pueblo, pasando Punta Blanca. Para citar un ejemplo, en Valdivia, en la misma cuadra hay ocho vigilantes acostados. Debería haber uno a la entrada y salida de cada pueblo, pero no cada corta distancia.

Alguna autoridad debería controlar la colocación de esos vigilantes acostados. Incluso un viaje que se puede hacer en menor tiempo, toma el doble de eso. Muchos de esos obstáculos no se los alcanza a ver hasta que no está a pocos centímetro de ellos.

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Sandra Maldonado de Cruz
Guayaquil