El acusado desmiente la denuncia de que se apoderaba de los dineros de los jubilados fallecidos.

Prohibido ingresar a la tesorería de la oficina regional del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social. Esa es la disposición que recibió ayer Nelson Bodero, el funcionario involucrado en el supuesto cobro de pensiones de jubilados fallecidos.

Bodero fue denunciado por una ex empleada del IESS, Nelly Díaz, quien asegura que más de 8 mil dólares fueron cobrados en tres meses, de entre los recursos que debían ir en realidad a los deudos de los afiliados.

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El director del Seguro Social de Guayaquil, Gregory Gines, aseguró que en días pasados concurrió hasta las oficinas de la  Fiscalía para citar casillero judicial y poder participar en el proceso que se  sigue por el caso. Bodero aún ejerce sus funciones como jefe del departamento de Ejecución presupuestaria, Contabilidad.

Como primera medida adoptada por el director del Seguro Social de Guayaquil, Gregory Gines,  al funcionario involucrado en el supuesto cobro de pensiones de jubilados fallecidos, Nelson Bodero, se le prohibió el ingreso a tesorería.

Además señaló que, como responsable del IESS en esta ciudad, en días pasados concurrió hasta las oficinas de la  Fiscalía para citar casillero judicial y poder participar en el proceso que se sigue por la denuncia que presentó la ex cajera del Seguro, Nelly Díaz, quien denunció en el Ministerio Público que Bodero cobraba las pensiones de los jubilados muertos.

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“Estaremos vigilantes del proceso penal que se lleve a cabo para poder contribuir al esclarecimiento de este caso”, dijo.

Entretanto, Gines manifestó que Bodero aún ejerce sus funciones como jefe del departamento de Ejecución presupuestaria, Contabilidad.

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Sin embargo -dijo- que por el momento el consejo administrativo del Seguro Social dispuso que se le prohíba el acceso al área de tesorería y pagaduría.

“Él no tiene permitida la entrada a la tesorería de la Regional del Seguro Social. Una vez que se establezcan las responsabilidades por parte de este servidor o de cualquier otro implicado, nosotros vamos a actuar de acuerdo con la ley”, aclaró Gines.

Acusado se defiende
Nelson Bodero desmintió la acusación que existe en su contra y expresó que “todo se trata de una mentira”.

“Rechazo e impugno la maliciosa y temeraria denuncia efectuada por esta mal servidora que trata de desprestigiar mi buen nombre y el de mi familia”, enfatizó el acusado.

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Al ser consultado sobre la documentación adulterada de los jubilados, a quienes se les cobró sus pensiones, indicó no tener conocimiento de la misma.

No obstante, la denunciante presentó una hoja con nombres con sus respectivos números de cédula, todos escritos a mano supuestamente por el involucrado. Bodero no respondió al cuestionamiento de que si la escribió él.

“Ella tendrá que demostrar lo que está denunciando, yo voy a demostrar en el proceso de la auditoría y en el proceso de investigación fiscal que todo lo que dice  es una burda mentira”, exclamó Bodero.

Además manifestó que él no tenía acceso a un sistema de información de datos o documentos de los afiliados al Seguro Social, y que “los que manejan claves y tienen accesos son los cajeros. La información que fluye hacia tesorería se inicia en el área de pensiones”, denunció Bodero.

Dentro de este caso, lo que sí está claro, según los documentos de cobro a los que tuvo acceso este Diario, es que hace algún tiempo miles de dólares del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social fueron cobrados con normalidad por jubilados que, supuestamente, por ser “viejitos o minusválidos” no pudieron llegar hasta las ventanillas de pago del IESS, ubicada en la planta baja del edificio. 

Pero sí se les hizo factible subir ocho pisos, para esperar en el departamento de Contabilidad sus respectivos pagos, tal como lo denunció Nelly Díaz.

La única particularidad de los dineros retirados es que todos los jubilados, que supuestamente cobraron,  se encuentran muertos.

OTROS

Zoila Santander Machuca
Le fueron cobrados de la ventanilla número 9 del IESS 2.010 dólares, por pensiones acumuladas.

Juan Mora Villacís
El 16 de noviembre del año pasado se pagaron 1.030 dólares de pensiones, pero el verdadero beneficiario estaba muerto.

Cándida Villegas Zambrano
En siete pagos realizados, la suma que supuestamente le fue cancelada a esta jubilada asciende a los 1.021 dólares.

Catalino Villón Panchana
Le fueron cobrados $ 989 en cuatro pagos realizados el 23 de noviembre del 2004.

Eugenio Ruiz Zavala
En dos pagos efectuados el 16 de noviembre del 2004, le fueron cobrados 516 dólares.