El alcalde de San Francisco, Gavin Newsom, dijo este miércoles que no se opondrá a la medida que busca convertir a esta ciudad californiana en la primera en EE.UU. que prohíbe fumar en todos sus parques.
 
Los legisladores locales dieron el visto bueno a la iniciativa la semana pasada, pero necesita la firma del alcalde para convertirse en ley.
 
De esta manera, a partir del 1 de julio -cuando entra en vigor- estará prohibido encender cigarrillos en todos los lugares de ocio del condado, entre ellos parques recreativos, plazas públicas o el zoo.
 
Otras once ciudades californianas ya impusieron estrictas prohibiciones contra el tabaco -entre ellas Los Ángeles, la primera en prohibir fumar en las playa o muelles- pero ninguna de tanto alcance como esta.
 
"San Francisco ha sido pionera en el control contra el tabaco durante décadas, y continuará siéndolo con esta ley", dijo Bronson Frick, del grupo Americanos por los Derechos de los No Fumadores.
 
Los que infrinjan la ley por primera vez podrían recibir una multa de hasta 100 dólares. Si las infracciones se repiten, los pitillos saldrán caros, ya que las multas suben hasta 500 dólares.
 
En declaraciones a una emisora de radio local, Newsom mostró reservas por el hecho de que los campos de golf públicos estén excluidos en esta iniciativa, un asunto sobre el que los legisladores tampoco se pusieron de acuerdo.
 
Los campos de golf del ayuntamiento están exentos, de acuerdo con la explicación oficial, porque las colillas no representan un problema dado que se trata de césped muy cuidado que evitará que los fumadores se dejen las colillas tiradas por ahí.
 
Más allá de este argumento, no obstante, existe el temor de que los aficionados al golf -y su dinero- opten por campos privados donde puedan fumar tranquilamente.
 
El debate sobre el tabaco ha vuelto a tomar fuerza en EE.UU., sobre todo después de que una pequeña compañía de Michigan despidiese a cuatro empleados por no querer someterse a pruebas para determinar si fumaban en sus horas libres.