José Alvarado Franco, cronista gráfico de EL UNIVERSO, fotografiaba la toma de posiciones de los militares en la Brigada Cóndor, en Patuca (Morona Santiago). Eran las 11h00 de los primeros días de enero de 1995 y minutos antes   sonó la alarma que indicaba que un avión peruano había cruzado la frontera. Podía darse un bombardeo y todos corrían despavoridos a las trincheras.

Mientras seguía con sus tomas, José Alvarado sintió que alguien le golpeó en el hombro. “Pensé que era algún colega periodista que viajó conmigo horas antes en un helicóptero desde Macas. Regresé la mirada y mi sorpresa fue grande: Era mi hermano, Ítalo de Jesús”, recuerda el fotógrafo.

José no sabía que su pariente estaba en aquel lugar. Cuando salió de cobertura, una semana antes, lo vio en Guayaquil. Pero Ítalo, en calidad de reservista, se presentó como voluntario en la II Zona Militar y lo enviaron a Patuca, base de las operaciones de la guerra del Cenepa.

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-Acabo de llegar hace tres horas, dijo Ítalo.

-Esto no es un juego ni una película. Estás en una guerra de verdad, por favor, cuídate mucho, respondió José.

Luego de un abrazo y una foto para el recuerdo, cada uno siguió en su posición.
José ingresó luego a Coangos, Cóndor Mirador y otros destacamentos. Ítalo ingresó al sector El Limón. Hoy, los dos recuerdan el caso como una anécdota.