Los periodistas que cubrieron el conflicto del Cenepa, hace una década, en la zona de Patuca afrontaron una serie de necesidades: de hospedaje, alimentación y comunicación.

La mayoría de habitantes de Patuca evacuó. Entonces, Méndez se constituyó en el centro de operaciones para la prensa, pero la pequeña población no abastecía las necesidades de hospedaje y alimentación. Hasta el convento parroquial se constituyó en improvisado hotel.

Teresa Espinoza, hasta entonces una ama de casa que vivía de los ingresos de su esposo, aceptó proveer de alimentación a una decena de periodistas. Cuando los colegas se enteraron también acudieron al hogar de Teresa, quien decidió convertir la sala de su casa en restaurante.

Publicidad

“Puse un letrero, para que identificaran el lugar. Le llamé restaurante El Reportero, por los periodistas”, afirma la mujer. Hoy, ese local es uno de los más concurridos.