El nuncio apostólico de Roma, Alain Paúl Lebeaupin, presidió ayer la misa especial  que organizó el Consejo Arquidiocesano de Laicos, por cumplirse veinte años de la visita del papa Juan Pablo II al Ecuador.

Más de 2 mil personas se congregaron en el coliseo Voltaire Paladines Polo, desde las 09h00, aunque la misa empezó a las 11h00.

Participaron  movimientos católicos de Salitre, Balzar, El Empalme, Daule, Chongón y de la ciudad, entre ellos, Los Cursillos de Cristiandad, Llama de Amor, Renovación Carismática, Legión de María, Juan XXIII, Jarcia y otros.

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Además estuvieron presentes el padre Stanley Enríquez, de la iglesia de la Alborada, y Roberto Pazmiño, vicario general de la Arquidiócesis de Guayaquil.

Lebeaupin, dentro de la  misa, repitió el mensaje que dejó el Pontífice en su visita:
“Que nadie se sienta tranquilo mientras que en el Ecuador haya un niño sin escuela, una familia sin vivienda, un obrero sin trabajo, un enfermo o un anciano sin adecuada atención...”.

Pedro Menéndez, de 53 años, asistió a la misa y también estuvo en la que dio en  1985 el papa Juan Pablo II en la Catedral y aseguró que trajo bendiciones a Ecuador, “pues no se viven situaciones tan trágicas como se han dado en otros lugares”.