Vemos perplejos, apesadumbrados, y con pasmosidad, cómo ciertos canales de televisión en su mayoría con gran desfachatez e insensibilidad social, emiten programas en vivo, películas y telenovelas que pisotean los valores éticos, sin importarles un ápice el inmenso perjuicio que están causando a todas las generaciones.

Apenas proyectan un 30% de programaciones rescatables y valiosas.

Inclusive,  algunos hacen alarde de internacionalizarse. Y algunos comentaristas hasta se rasgan las vestiduras preguntando por qué se han incrementado la violencia procaz y vulgar, los crímenes; cuando en gran parte llevan complicidad, al promover al aire, escenas al “rojo vivo”.

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Ing. Édgar Saldaña A.
Guayaquil