Aníbal Ibarra, jefe de gobierno (alcalde) de la ciudad de Buenos Aires, enfrentaba este domingo una fuerte ofensiva política de sus opositores y de familiares de las víctimas del trágico incendio de una discoteca, del cual lo consideran principal responsable.
 
Ibarra niega de manera terminante una responsabilidad personal, aunque admite deficiencias en la supervisión del funcionamiento de lugares nocturnos.
 
El alcalde, un abogado centroizquierdista de 47 años, reelegido en 2003, es aliado político del presidente Néstor Kirchner.
 
En la noche del viernes, Ibarra habló durante varias horas ante la Legislatura y se sometió a un duro interrogatorio de sus miembros.
 
El debate fue seguido desde un palco por unos 40 familiares de los fallecidos en la discoteca Ciudad de Cromañón en un incendio registrado hace un mes, que causó la muerte de 191 personas. Muchos de los familiares exhibían retratos de sus deudos.

Una inesperada alianza de ultraizquierdistas con legisladores de derecha lograron que la sesión pasara a cuarto intermedio hasta el martes.
 
Ibarra, en declaraciones a la prensa, calificó esa decisión de   maniobra política inspirada por el líder derechista Mauricio Macri para convertir   en un show la tragedia de la discoteca. Macris, empresario y presidente del club Boca Juniors, fue derrotado por Ibarra en las elecciones de 2003,
 
El alcalde adujo que buscaban   provocar una sensación de desgaste de mi gobierno.
 
No tengo todas las respuestas ni todas las explicaciones. No asumiré lo que no me corresponde, dijo Ibarra en su larga exposición sobre el incendio.
 
El gobierno ha seguido con preocupación los sinsabores políticos de su aliado Ibarra. La capital federal es el segundo distrito en importancia del país, después de la provincia de Buenos Aires y el deterioro de Ibarra podría significar una derrota para el gobierno federal en los comicios de renovación legislativa de octubre.