La obesidad, convertida en epidemia en Estados Unidos, ha quedado literalmente en el banquillo de los acusados en medio de una ola de informes sobre los problemas que causa a la salud.
 
Un tribunal de Nueva York reavivó una demanda contra la cadena de comida rápida McDonalds presentada por una familia que la acusó de ser culpable de la obesidad de sus miembros.
 
Dicho tribunal rechazó un dictamen judicial de 2003 que desestimó la reclamación porque los litigantes no establecieron una relación entre la publicidad de la empresa y los problemas físicos supuestamente causados por sus productos.
 
Los padres de Jazlyn Bradley y Ashley Pelman argumentaron que la empresa no informaba de forma clara y visible de los ingredientes y efectos del tipo de comida que ofrecía.
 
También alegaron que como consecuencia de sus prácticas supuestamente engañosas, sus hijos, clientes de la cadena entre tres y cinco veces por semana durante años, sufrieron diabetes, obesidad, problemas cardíacos y altos niveles de colesterol.
 
La compañía ha reiterado que este caso en particular "no tiene sentido" y que confía en que la demanda sea desestimada de nuevo.
 
Hasta ahora, se sabía que el sobrepeso, que afecta a más del 60% de la población de EE.UU., es un importante factor de las enfermedades cardiovasculares y de la diabetes.
 
Pero la alarma creció esta semana cuando informes médicos evidenciaron que también impide la detección del cáncer de próstata, aumenta el peligro de que una persona sufra cálculos renales y de que las madres obesas tengan hijos con peso excesivo.
 
Un estudio publicado en la revista "Cáncer" señaló que la mayor masa corporal inutiliza la prueba usada para la detección de tumores en la próstata.
 
El método mide el "antígeno específico de próstata" (PSA, en inglés) una proteína producida sólo por las células de la próstata y liberada de manera incontrolada por las células cancerosas.
 
Por ello, su presencia en la sangre es una señal de la posible existencia de cáncer, aunque no una evidencia definitiva.
 
No obstante, investigadores de la Universidad de Texas han concluido que la obesidad disminuye el PSA, con lo que hombres con sobrepeso podrían obtener resultados negativos en la prueba y aún así sufrir la enfermedad.
 
Otro estudio, publicado por la revista de la Asociación Médica de EE.UU., señaló que la obesidad aumenta el riesgo de cálculos renales, especialmente entre las mujeres.
 
Según Erick Taylor, médico del Hospital de Mujeres Brigham, de Boston (Massachusetts), es posible que el tejido adiposo impida al cuerpo reaccionar ante la insulina.
 
"Esto podría causar cambios en la orina que desembocan en el desarrollo de los cálculos", que obstruyen los conductos renales, manifestó Taylor.
 
El estudio señala que el riesgo de sufrir los cálculos aumentó un 40% entre los hombres que engordaron 17 kilos en relación con los que mantuvieron el peso. Ese peligro subió un 70% entre las mujeres.
 
Otro estudio indicó que las madres con exceso de peso tienen quince veces más probabilidades de que sus hijos sean obesos, en comparación con madres de peso normal.
 
La investigación, publicada en la revista "Clinical Nutrition", fue realizada por científicos del Hospital Infantil de Filadelfia y de la Universidad de Pensilvania.
 
"Hemos detectado aumentos enormes en la adiposidad de niños de entre tres y seis años", dijo Robert Berkowitz, autor del estudio.
 
"Deberíamos aplicar programas de prevención y tratamiento a una edad mucho más temprana", señaló.
 
Para los expertos, los grandes factores de la obesidad en EE.UU. son el estilo de vida y la competencia entre las empresas de comida rápida, que han aumentado el tamaño de sus porciones para mantener su clientela y decapitar a sus rivales.
 
Frente a la plaga de la obesidad, el Gobierno intervino esta semana con nuevas directrices para combatirla.
 
Pero esas pautas no son nada nuevo para los 290 millones de estadounidenses a quienes desde hace años se les martillea con recomendaciones de que hagan más ejercicio, consuman más frutas y verduras y, sobre todo, eviten la comida rápida.