Los términos de la declaración conjunta de los presidentes de los países latinoamericanos exportadores de banano no satisfacen a todos los actores del sector. Simón Cañarte, miembro de las comisión negociadora ecuatoriana, no está de acuerdo con su contenido porque se plantea, dijo, la facultad de acudir a la Organización Mundial de Comercio (OMC). “Si quieres llegar a un entendimiento, no amenazas”.

Su sugerencia, emitida en una comunicación el 16 de septiembre pasado, era mantener el tono conciliador.

Esa amenaza implícita en la declaración, añadió Cañarte, explica la decisión adoptada por la Comisión Europea un día después de la cita presidencial: oficializar, este lunes, la propuesta de 230 euros (unos $ 300) de arancel para cada tonelada de banano latinoamericano.

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El dirigente bananero cree que la región está más cerca de un arbitraje, un campo en el que Ecuador no tiene buenas experiencias, señaló.

Pese a ello, para Cañarte aún hay posibilidades de negociar, aunque la forma es parte de una estrategia que no puede revelar.

Los productores y exportadores bananeros ecuatorianos piden que el arancel que la UE empezará a aplicar en el 2006 al banano latinoamericano no supere al actual de 75 euros. Solo así, consideran, el sector podrá competir con los productores africanos.