Si el Gobierno no rectifica, luego de la manifestación de ayer, Guayaquil tendrá que replantear su desarrollo y continuar sola, afirmó ayer el alcalde Jaime Nebot.

“A partir de mañana (hoy) veremos si la actitud del Gobierno es la sensata de rectificar, pero como yo creo que esa no será la posición del Gobierno, entonces, Guayaquil tiene que replantear su actitud, de que si vamos adelante es solos, para qué negociar con gente que nos hace perder el tiempo y no cumple”, dijo.

“Vamos a ir adelante en salud, vamos a buscar nuevas formas de seguridad. Guayaquil marcha indetenible en un proceso autonómico, que si ahora es al andar, mañana tiene que ser al trotar o al correr”, puntualizó.

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El Alcalde tuvo ayer un día agitado. Desde las 06h00 hasta las 09h00 dio entrevistas a diferentes medios de comunicación en las que justificó la realización de la marcha.

Luego de la última entrevista se refirió a la acusación que hizo el presidente de la República, coronel Lucio Gutiérrez, el martes, sobre los 1.066 dólares que Nebot pagó como impuestos al Servicio de Rentas Internas, en el año 2003.

Según Nebot, esa cifra le correspondía pagar como impuesto a la renta por la remuneración que recibe como alcalde (2.900 dólares), y recordó que la ley no le permite recibir ingresos de otra actividad. Anunció también que no aceptará subirse el sueldo a cinco mil dólares como dispuso la Secretaría Nacional de Remuneraciones.

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A las 10h30 llegó al Municipio, donde mantuvo reuniones con colaboradores. A las 14h00, llegaron al Cabildo su hijo José Nebot y su esposa Cinthya Bohrer, quienes lo acompañaron hasta las calles Lorenzo de Garaicoa y 9 de Octubre, junto a otros concejales, amigos y funcionarios.

Del Municipio salió a las 15h20, pero recién 20 minutos después se inició la caminata en la avenida 9 de octubre que estaba copada por personas vestidas de blanco.

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Por la presencia del alcalde, cientos de simpatizantes se empujaban hacia el centro de la avenida para caminar junto a él, por lo que los guardaespaldas del funcionario junto a unos veinte trabajadores del Municipio formaron una cadena humana y empezaron a empujar a la gente hacia atrás para que no estropearan al alcalde y a otras autoridades.

En el tumulto, decenas de personas bañadas en sudor tuvieron que abrirse hacia los lados, pues a la altura de la calle García Avilés el grupo que acompañaba al alcalde se chocó con una gigantesca bandera de Guayaquil que no avanzaba. Entre la presión de los unos por abrir la bandera y los otros por avanzar con el funcionario, unas cinco personas fueron golpeadas.

Finalmente a las 16h20, el alcalde fue levantado en hombros, y así llegó cerca de la tarima que estaba rodeada por motos Harley Davidson.

A las 16h30 empezó su discurso en el que agradeció la presencia de los guayaquileños allí reunidos. Recordó los compromisos hechos e incumplidos por el Gobierno y promocionó su intención de mejorar el alcantarillado, la salud y la vivienda. “Es que de repente se les volvió incómoda la Constitución y decidieron matarla... se les volvió incómodo el éxito de Guayaquil y decidieron detenerlo”, dijo.

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“Hagamos un Guayaquil invencible y autónomo, autónomo en la unidad nacional, en la solidaridad, voluntariamente. Pero autónomo y libre como siempre fue y será el pueblo Guayaquileño”, añadió. “Viva Guayaquil, ayer de octubre y hoy de enero”, concluyó.