Cuando solo era coronel y socio de grupos indígenas organizados  repetía que iba a “refundar la justicia” o “moriría” en el intento; lo está consiguiendo. ¡Todos deben irse!

Cambiar corruptos y politizados por otros por naturaleza es una ligereza que le va a causar penalidades al país.

En un mundo tan dañado como el nuestro donde las estafas, robos, crímenes, son caldo de cultivo para la codicia, para que ciertos fiscales, jueces..., con suma facilidad tuerzan la verdad y el delito sea garantizado; acudir a tribunales de justicia es recordar la historia de Judas Iscariote.

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Todavía es tiempo que armonice, busque consenso de la ciudadanía y profesionales honestos para cambiar a unos que no deben quedar sueltos a viva fiesta, sino que deben ser evaluados constantemente y calificados. O los delincuentes nos hacen la revuelta, o la revuelta se ve venir.

Neptalí Viteri
Guayaquil

Tengo 18 años y es penoso ver que Ecuador va hacia un precipicio del que, parece, nadie lo podrá salvar.

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Es lamentable saber que en las esferas de poder no se preocupan por la seguridad del país, sino por ver en qué se pueden servir, burlándose de las millones de personas que les dieron su confianza brindándoles su voto.

¿En que piensa usted, Gutiérrez? ¿No se da cuenta que con su actitud perjudica a la nación, principalmente a mi ciudad Guayaquil, diciendo barbaridades sin siquiera cumplir con sus obligaciones? De ahí el sentimiento y el respaldo mayoritario del guayaquileño de corazón, al reclamo pacífico de su derecho a vivir en seguridad, algo que en democracia es justo y legal, no como aquel gravísimo atentado perpetrado en los poderes del Estado, destruyendo la imagen internacional de nuestra patria, y lo que es peor, pisoteando la Constitución.

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¿Hasta dónde quieren llegar, Presidente y Ministro de Gobierno? Guayaquil y el país entero no merecen comportamientos mezquinos. Sé lo que quiero: un país más seguro, más humano, en el que las principales armas de desarrollo sean el trabajo y la honradez; no la corrupción, prepotencia, insulto y engaño.

José Luis Chapa Albán
Guayaquil

Ante tanta mentira que vive el país por parte de nuestro excelentísimo Presidente de la República y su ya gastado discurso de reforma política y consulta popular, con el que tiene engañado al pueblo desde que asumió el mandato hace más de dos años, sugiero, si acaso el pueblo podría incluir una pregunta en la consulta, que se revoque el mandato al presidente.

El Presidente grita a los cuatro vientos, haciendo gala de prepotencia y burlándose de los ecuatorianos, que él cuenta con el apoyo de todo el pueblo y que los únicos que no lo quieren son los oligarcas; pues si es así, no creo que deba tener ningún tipo de recelo para incluir esa pregunta, porque si va a hacer una consulta para revocar el mandato a los honorables diputados y a los ilustres magistrados de la Corte Suprema, considero que también debe hacerlo, preguntándole al pueblo si él también debe continuar en su puesto.

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Ing. Jorge Sánchez Montiel
Guayaquil

Pensar que ciertos ciudadanos puedan dirigir ministerios es de poco sentido, cuando vemos que las pobres o pocas gestiones las manejan titiriteros de gobierno.

Títeres de ministerios solo sirven para convocar marchas, sin mencionarse ignorancias absolutas de cómo resolver los problemas que padece el país. Pero la ignominia no termina, puesto que unos sin ejercicio de la profesión están siendo nombrados al Tribunal Andino  de Justicia sin poseer experiencia, doctorados, y el tiempo que demandan altos cargos de uno de los organismos de la CAN (Comunidad Andina de Naciones).

Seguramente otra vez la ignorancia desconoce requisitos y normas para ocupar puestos donde están los magistrados más altos de las cinco naciones; pero seguramente, estas no serán las últimas ignominias a nuestro pobre Ecuador.

Juan José Bautista Litardo
Guayaquil