Estados Unidos formalizó este jueves su apoyo a Francisco Flores para la secretaría general de la Organización de los Estados Americanos, luego que el ex presidente salvadoreño anunciara un plan de trabajo basado en la necesidad de ayudar a los países pequeños y una mayor acción contra la pobreza. 
 
El voto de Estados Unidos vale solamente por uno, como el de cualquiera de los otros 33 miembros, pero históricamente ningún candidato apoyado por el gobierno de Washington ha perdido una elección. 
 
Aún no hay fecha para la elección, que se hará en reunión especial de cancilleres. 
 
Flores ha pedido que se convoque a los ministros antes de concluir febrero, coincidiendo con el planteamiento hecho hace dos semanas por el canciller mexicano Luis Ernesto Derbez, el segundo de tres candidatos. El tercero es el ministro del Interior chileno José Miguel Insulza. 
 
El apoyo de Estados Unidos fue formalizado durante una sesión extraordinaria de los embajadores para oír el plan de trabajo de Flores. 
 
La visión de Flores ayudará a la OEA a hallar   una solución práctica y realizable de la pobreza, dijo el embajador estadounidense John Maisto, al anunciar su apoyo al ex gobernante. 
 
Flores ha sido formalmente registrado como   candidato centroamericano con el apoyo de Costa Rica, Nicaragua, El Salvador, Guatemala y la República Dominicana. 
 
Antes de la formalización de la candidatura de Flores, el Departamento de Estado había dicho que apoyaría a un candidato centroamericano,   especialmente un ex presidente. 
 
El plan expuesto por Flores propone convertir a la OEA en coordinadora de la ayuda internacional para las naciones afectadas por desastres naturales y la fuerza motriz de la integración regional. 
 
El programa de Flores   es muy importante para nuestro hemisferio, dijo Maisto,   el ex presidente Flores es un líder democrático y multilateralista. 
 
Flores había sido criticado por algunos gobiernos, particularmente Venezuela, por su cercanía a Estados Unidos. Durante su gobierno, que concluyó hace siete meses, fue un firme aliado de Washington en la lucha contra el terrorismo internacional y la campaña militar en Iraq.