El presidente estadounidense, George W. Bush, prometió ayer “recordarle constantemente” a los líderes chinos que deben avanzar en materia de derechos humanos y al presidente ruso, Vladimir Putin, para que realice reformas democráticas.
Bush atenuó su discurso de asunción en el que se refirió a la lucha contra las tiranías mundiales, añadiendo que Washington “deberá combinar principios teóricos con pragmatismo en su política exterior”.
El Mandatario exhortó a los iraquíes a acudir a las urnas el domingo a pesar de la violencia que impera en el país, pero no mencionó el retiro de tropas estadounidenses de ese país.
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En cuanto a la inmigración ilegal, Bush reiteró que hay una “forma humana y compasiva” de resolverlo e insistió en que será una prioridad en su segundo mandato.
Pese a que el Partido Republicano no ha incluido el asunto entre sus prioridades para esta legislatura, Bush afirmó que “será una de las mías” y reiteró su compromiso de trabajar con los legisladores de su partido y el demócrata para una reforma migratoria.
En su intervención Bush retomó su propuesta de impulsar un programa de legalización temporal que empareje a los empleadores estadounidenses con los trabajadores extranjeros dispuestos a cubrir esos puestos.
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Rice confirmada
Tras varias audiencias en que la política exterior estadounidense fue duramente criticada, Condoleezza Rice fue confirmada ayer como secretaria de Estado.
Rice reemplazará a Colin Powell como la máxima representante de la diplomacia estadounidense.