El presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, calificó ayer en Argentina, de “exageradas” las críticas del papa Juan Pablo II de que hay un problema de libertad religiosa en España.
El Gobierno español convocó ayer al nuncio apostólico en Madrid, el arzobispo portugués Manuel Monteiro, para expresarle su “extrañeza” por el discurso del Papa.