Los cancilleres de Venezuela y Colombia no llegaron el jueves en Perú a superar una crisis diplomática y comercial que se originó hace seis semanas con la captura de un jefe guerrillero colombiano, supuestamente en territorio venezolano.
 
"Seguimos avanzando en lo mismo, caminando de manera constructiva", dijo la canciller colombiana, Carolina Barco, a los periodistas, tras reunirse dos veces en Lima con su colega venezolano, Alí Rodríguez, la primera cita de ambos diplomáticos tras comenzar la crisis en las relaciones entre ambos países.
 
El primer encuentro duró aproximadamente 30 minutos y se llevó a cabo en la sede de la Comunidad Andina de Naciones (CAN), integrada por Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela, aprovechando una reunión de cancilleres de la región con el vicepresidente de China, Zen Qinghong, de visita oficial en Lima.
 
La segunda cita en Lima fue un poco más amplia, esta vez en la cancillería de Perú, que se ha ofrecido como mediador de la crisis junto a Brasil, México y la República Dominicana.
 
"No hay declaraciones, siento mucho que se haya generado ésta especulación. Lo que sabíamos es que nos íbamos a encontrar los tres (cancilleres de Colombia, Venezuela y Perú) y aprovechamos para conversar", explicó Barco, quien agregó, sin embargo, que no se va frustrada tras la cita de Lima.
 
Venezuela reclama a Colombia por una supuesta violación a su soberanía en la captura de un guerrillero colombiano en la ciudad de Caracas.
 
Por su parte, Colombia afirma que la captura se llevó a cabo en la ciudad colombiana de Cúcuta.
 
Al final de las dos reuniones en Lima, el canciller venezolano declinó hacer declaraciones a la prensa.
 
Barco dijo el jueves más temprano que las conversaciones para resolver la crisis entre Colombia y Venezuela iban por buen camino, pero ante la pregunta de periodistas sobre si Colombia pedirá disculpas a Venezuela sobre este tema, la canciller expresó: "Disculpas, no".
 
La crisis en las relaciones colombo-venezolanas comenzó después del arresto el 13 de diciembre del jefe guerrillero Rodrigo Granda, encargado de las relaciones internacionales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), consideradas un grupo terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea.
 
El gobierno del presidente de Venezuela, Hugo Chávez, quien denunció que Granda fue "secuestrado" en Caracas y trasladado a Colombia, ha suspendido temporalmente algunos de sus acuerdos comerciales con Colombia, mientras espera una disculpa por el incidente, que el mandatario colombiano, Álvaro Uribe, ha dicho no ofrecerá.
 
Por su parte, el gobierno colombiano ha acusado a Caracas de permitir el refugio de rebeldes en su territorio y ha entregado una lista de guerrilleros que supuestamente se encontrarían en suelo venezolano.
 
La crisis en las relaciones entre Colombia y Venezuela, que comparten una frontera terrestre de 2.219 kilómetros, amenaza con afectar el comercio entre los dos países, que en el 2004 ascendió a más de 2.000 millones de dólares.
 
Venezuela es el segundo socio comercial de Colombia, después de Estados Unidos.
 
El gobierno estadounidense instó esta semana a las naciones latinoamericanas a ejercer presión sobre Venezuela para que ponga fin a su disputa con Colombia.
 
Venezuela, quinto exportador mundial de petróleo, vende la mayor parte de su producción de crudos y derivados a Estados Unidos, cuyo gobierno ha dicho que Chávez representa una fuerza negativa para América Latina.
 
La oposición venezolana acusa a Chávez de ser un dictador en ciernes y critica su cercanía con el gobierno comunista de Cuba.