La muerte de 31 soldados estadounidenses al caer este miércoles el helicóptero en el que viajaban en el desierto del oeste iraquí, es el suceso individual más mortífero para las fuerzas del país norteamericano en lo que va de la guerra.
 
El helicóptero, que transportaba soldados hacia el oeste de Iraq y pertenecía a la infantería de marina, cayó el miércoles en pleno vuelo en una zona desértica, dijo el mando militar estadounidense.
 
Una fuente del Pentágono señaló que la nave era un CH-53 Sea Stallion, que normalmente tiene capacidad para 37 ocupantes, pero puede llevar hasta 55. No fue indicado el número de personas a bordo.
 
El helicóptero cayó de madrugada cerca de la aldea de Rutba, a unos 354 kilómetros al oeste de Bagdad, precisaron los militares en una declaración.
 
Por otra parte, cuatro soldados estadounidenses fueron heridos el miércoles al ser detonado un coche-bomba en la aldea de Tikrit, cuna de Saddam Hussein, añadió la fuente. Otros dos coches-bomba estallaron el miércoles en la carretera entre Bagdad y el aeropuerto municipal -uno por la mañana y otro por la tarde-, hiriendo a siete soldados estadounidenses.