Guerrilleros izquierdistas atacaron con explosivos y ráfagas de fusil una prisión de una ciudad del centro de Colombia en un intento de fuga masiva que dejó siete reclusos muertos y cuatro más heridos, informaron este miércoles las autoridades carcelarias.
 
En medio del ataque, que se produjo el martes en la noche en la cárcel de Picaleña, en las afueras de la ciudad de Ibagué, capital del departamento del Tolima, 150 kilómetros al oeste de Bogotá, se fugaron 20 internos, al parecer guerrilleros izquierdistas.
 
Las autoridades militares y de policía atribuyeron el ataque, que se inició desde el interior de la cárcel con la activación de dos cargas explosivas que derrumbaron un muro y que fue apoyado desde el exterior con ráfagas de fusil, a las rebeldes Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
 
Se trata del ataque más reciente que ejecuta la guerrilla en los últimos meses dentro de su estrategia para rescatar y liberar a miles de sus combatientes encarcelados en las diferentes prisiones de este país.
 
"Es un hecho lamentable que tiene varios matices. El primero: una reacción inmediata de la guardia que evitó que la cifra de fugados fuese superior pero estamos investigando por qué había explosivos al interior del penal", dijo el ministro del Interior y de Justicia, Sabas Pretelt.
 
"Hemos podido establecer que entre los fugados no hay grandes cabecillas de la guerrilla pero el hecho es igualmente grave y estamos llevando a cabo las investigaciones", agregó.
 
El ministro reconoció que los siete reclusos murieron en medio de la reacción de la guardia carcelaria para evitar la fuga.
 
Tres internos que se habían fugado en medio del ataque fueron recapturados por la policía.
 
En anteriores ataques las FARC han derribado con explosivos muros de prisiones y atacado con armamento pesado la guardia carcelaria para facilitar la fuga de cientos de internos, incluidos decenas de sus combatientes.
 
Colombia, como la mayoría de países de América Latina, afronta una grave crisis carcelaria, caracterizada por el hacinamiento, la corrupción y los permanentes enfrentamientos entre grupos de reos que buscan mantener o hacerse con el control de las prisiones.
 
Las 168 cárceles de este país de 40 millones de habitantes tienen capacidad para 30.000 internos, pero en la actualidad albergan a unos 55.000.
 
El conflicto interno que se registra en esta nación y que cobra la vida de miles de personas, se extendió en los últimos años a las cárceles donde son frecuentes los enfrentamientos entre guerrilleros y paramilitares de ultraderecha.