Estados Unidos pidió ayer al gobierno del presidente venezolano, Hugo Chávez, detener a los presuntos terroristas que figuran en una lista que Colombia entregó la semana pasada con los nombres de guerrilleros que estarían en Venezuela.

“Hemos visto informaciones de prensa de que el gobierno de Colombia entregó al gobierno venezolano información específica sobre la presencia de diez importantes terroristas”, afirmó el portavoz adjunto del Departamento de  Estado, Adam Ereli.

Chávez advirtió el domingo que si Colombia no reconoce “el error” por la captura del guerrillero Rodrigo Granda, alias el Canciller,  que Caracas dice fue un secuestro en su territorio, suspenderá proyectos binacionales y bajará al mínimo el flujo comercial que en el 2004 fue de $ 2.500 millones.

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En Bogotá, dirigentes de sectores económicos colombianos acusaron a Chávez de chantaje económico.

“En Venezuela hay una democracia marxista con 30.000 millones de dólares, reivindicando lo que no pudo hacer Fidel (Castro) desde Cuba”, dijo Eugenio Marulanda, presidente de la Confederación de Cámaras de Comercio.

Chávez acusó también a EE.UU. de fraguar la operación de secuestro de Granda, al afirmar que la crisis colombo-venezolana es un “globo de ensayo imperialista”, preámbulo de “más agresiones y pedradas” de EE.UU. para “frenar la integración regional”.

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Colombia combate a la guerrilla con apoyo militar y financiero de EE.UU., cuya secretaria de Estado, Condoleezza Rice, dijo que el gobierno de Chávez es una “fuerza negativa” en América Latina.

Estados Unidos negó que haya intervenido en la captura de Granda. “No tuvimos papel alguno en la captura del alto responsable de las FARC”, aseguró el Departamento de Estado en un comunicado.