Juan Pablo del Alcázar, quiteño de 26 años, viajó a Argentina para estudiar y volvió con un plan de negocios.

Luego de culminar su carrera en administración de empresas y marketing en la Universidad Internacional de Quito, Del Alcázar quiso especializarse en e-business (comercio por internet), pero la maestría que él buscaba no existe en el Ecuador.

El año pasado viajó a realizar un posgrado de nueve meses en la Universidad de Palermo en Buenos Aires, y le llamó la atención los innumerables trámites legales que tuvo que efectuar.

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Para su tesis de grado, Del Alcázar diseñó un proyecto de empresa que facilite esos trámites a los estudiantes ecuatorianos con miras a viajar a universidades extranjeras; así nació Destino Argentina, que funciona desde noviembre del año pasado.

La empresa gestiona el traslado, la estadía y las inscripciones universitarias de ecuatorianos de entre 18 y 25 años que decidan continuar sus estudios en ese país. La oficina de Destino Argentina tiene contactos, por el momento, únicamente con las universidades de Buenos Aires.

Sin embargo, está planificando integrar a centros de educación en Chile, Colombia y Perú como destinos posibles. “La idea es promocionar estudios en toda Latinoamérica”, explica Del Alcázar.

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Además esta empresa planea ofrecer cursos de preparación que los estudiantes puedan tomar antes de su viaje, para evitar dificultades. En estos se dará información sobre cómo encontrar departamentos, qué esperar cuando se vive solo en Buenos Aires, y hasta consejos sobre qué llevar.
Muchos datos útiles son proporcionados en la página web de Destino Argentina.

Apoyo consular
Durante una conferencia que dio el 15 de enero, a la que asistió el cónsul de Argentina, Mauricio Nine, Juan Pablo del Alcázar subrayó el carácter económico de los estudios en Argentina.

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“Un estudiante extranjero puede cursar una carrera con no más de 500 dólares al mes”, dijo.

Recordó que este costo puede bajar según las preferencias del estudiante. En las 40 residencias universitarias que existen en la capital argentina, las habitaciones cuestan entre 80 y 300 dólares mensuales, dependiendo de las comodidades que tengan.

Además, los ciclos universitarios, que se inician en abril y agosto, pueden financiarse con becas de organismos internacionales o del Instituto Ecuatoriano de Crédito Educativo (IECE).

Juan Pablo del Alcázar explica que el perfil de los estudiantes que van a estudiar en Argentina corresponde a un joven de clase media que egresa de un colegio particular de alto nivel.

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La mayoría de estos estudiantes quieren quedarse después de obtener su título, dice Del Alcázar. Sin embargo, ese país no ofrece muchas opciones para los extranjeros en cuestión de trabajo.

Las cifras indican que Argentina sigue siendo el destino predilecto de los ecuatorianos cuando se trata de estudiar en el extranjero.

Mauricio Nine informó que el consulado argentino emitió 400 visas para estudiantes en el 2004. Esa cifra duplica al 2003, cuando se emitieron 200 visas, y Nine espera que esta tendencia se incremente en este año.

En Buenos Aires, cerca de 45 universidades públicas y privadas proponen una oferta amplia de carreras, incluyendo algunas específicas como diseño de historietas por ejemplo, pero también todas las carreras tradicionales que son preferidas por los ecuatorianos, como ingeniería, publicidad, especializaciones de medicina, diseño gráfico, psicología y gastronomía.

La mayoría de ecuatorianos, dijo Del Alcázar, se inscriben en las universidades de Belgrano, Salvador y Palermo, y en la competitiva Universidad de Buenos Aires. (WB)