Pese a los ofrecimientos realizados el 21 de enero del 2000, cuando lideró el levantamiento que derrocó al ex mandatario Jamil Mahuad, el presidente, coronel Lucio Gutiérrez, no ha logrado cambiar la situación política del país. Así lo consideran analistas que, además, cuestionan el contenido del proyecto de consulta popular del Ejecutivo.

El catedrático de la Universidad Andina Simón Bolívar, Juan Fernando Terán, señala que el texto entregado por el mandatario al Congreso el viernes pasado, “revela la inconsistencia del Gobierno, pues en su proyecto no se incluyen verdaderas reformas estructurales del Estado sino cambios para lograr márgenes de maniobra política”.

Terán indica que “Gutiérrez ahora está sometido al mismo sistema político que cuestionó en ese entonces (21 de enero del 2000) y lo que es más, demuestra que lo único coherente en él es su voluntad de llegar y mantenerse en el poder y que si para eso tiene que violar la Constitución o reformarla, pues lo hace”.

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Patricia de la Torre, especialista en temas de gobernabilidad, señala que a cinco años de la caída del Gobierno de Mahuad, Lucio Gutiérrez es un personaje distinto “aunque mantiene su afán de poder y discurso retórico”.

Para De la Torre, “Gutiérrez ha dado cada vez más muestras de querer concretar su proyecto político dictatorial” y de ahí que, según ella, el Mandatario ha sido incoherente con sus propuestas de 2000 “ya que al contrario de la transparencia que prometió, las relaciones del poder político en su Gobierno cada vez son más corruptas y no ha dudado en manipular al pueblo con el pretexto de luchar contra la oligarquía”. Así explica las alianzas con el PRE y Prian.

El ex candidato presidencial, Jacinto Velázquez, señala que las reformas constitucionales planteadas no tienen trascendencia, pues esos temas ya fueron consultados al pueblo en 1997.