La obesidad podría impedir la detección del cáncer de próstata mediante la prueba más común usada actualmente, según un estudio publicado este lunes en la revista "Cáncer".
 
Este método describe el "antígeno específico de próstata" (PSA, en inglés), como una proteína producida sólo por las células de la próstata y que es liberada de manera incontrolada por las células cancerosas.
 
Por ello, su presencia en altas cantidades en la sangre es una señal de la posible existencia de cáncer, aunque no una evidencia definitiva.
 
No obstante, investigadores de la Universidad de Texas han concluido que la obesidad disminuye el PSA, con lo que hombres con sobrepeso podrían obtener resultados negativos en la prueba y aún así sufrir la enfermedad.
 
Este problema de detección explicaría por qué más hombres obesos mueren de cáncer de próstata que los hombres con peso normal, según los científicos.
 
En su estudio, analizaron los niveles de PSA en 2.779 hombres sin esa enfermedad entre 2001 y 2004, y concluyeron que los hombres obesos tienen un 30 por ciento menos PSA en la sangre que los hombres con peso normal.
 
El cáncer de próstata es el cáncer más común entre los hombres en Estados Unidos. La Sociedad de Cáncer de EEUU predice que 232.090 lo sufrirán este año, de los cuales 30.350 morirán.