La peregrinación anual de los musulmanes a la ciudad santa de La Meca, en Arabia Saudita, llegó ayer a su fin tras cinco días de devoción, con un récord de participación y férreas medidas de seguridad, que este año han evitado accidentes graves.

La satisfacción fue la nota dominante entre las autoridades políticas, la Policía y el Ejército saudita, que ya han descrito la edición del Haj o peregrinación de este año como “histórica” por el elevado número de fieles.

El Ministerio de Peregrinación ha subrayado que el número de peregrinos ha alcanzado los dos millones y medio, 500.000 más que en ediciones precedentes.