Un hombre murió en el norte de Vietnam como  consecuencia de la gripe del pollo, convirtiéndose así en la séptima víctima  mortal que se registra en el país desde el 30 de diciembre, informaron este viernes fuentes médicas. 
 
La víctima, de 45 años y procedente de la provincia de Thai Binh, había  dado inicialmente negativo en las pruebas del virus H5N1. 
 
Pero un responsable del Instituto de Epidemiología en Hanoi, que pidió el  anonimato, indicó a la AFP que el segundo examen "dio positivo" y detectó este  mortal virus que ha matado ya a 27 personas en Vietnam desde finales del 2003. 
 
A un hermano de esta víctima, un hombre de 42 años, también se le detectó  la gripe del pollo y está hospitalizado en estado estable en la capital. 
 
El responsable agregó que un tercer miembro de la familia, otro hermano de  36 años, también está también hospitalizado, y se sospecha que también ha  contraído la gripe. 
 
Sin embargo, esta fuente no ha proporcionado ninguna información sobre las  causas de su contaminación. Pero la hipótesis de un contagio humano, que la  Organización Mundial de la Salud (OMS) teme sobre todo, no se había establecido  este viernes. 
 
Varios diarios vietnamitas indicaron el viernes que los tres hombres habían  consumido entre otras cosas, sangre de pato a finales de diciembre, en su  provincia natal de Thai Binh. 
 
Las autoridades vietnamitas ya han aconsejado a la población que no consuma  sangre de pato, un plato muy popular en el país. 
 
Otras seis personas, todas originarias del sur de Vietnam, han muerto desde  el 30 de diciembre después de haberse contagiado con la gripe del pollo. Pero  esta última víctima es la primera en el norte del país. 
 
La enfermedad no se propaga fácilmente en el seno de la población humana,  pero en cambio, su tasa de mortalidad es muy elevado, alrededor del 70-75%. 
 
Veintidós de las 64 ciudades y provincias de Vietnam, según cifras  oficiales del ministerio de Agricultura, ya registran la epidemia. Unas 362.000  animales han sido sacrificados hasta ahora. 
 
Uno de los problemas para frenar su avance es la falta de un sistema para  compensar a los avicultores que tienen que sacrificar a sus animales, por lo  que muchos prefieren ignorar la enfermedad y seguir vendiendo sus aves. 
 
Además, se teme un deterioro de la situación con la llegada de las fiestas  del nuevo año lunar, que se celebra en febrero, y que coincide con un  incremento espectacular de consumo de la carne de pollo. 
 
En Tailandia han muerto 12 personas, y el jueves el gobierno anunció que se  habían detectado nuevos focos.