El papa Juan Pablo II felicitó ayer a la escudería Ferrari al recibir a los pilotos, mecánicos y directivos en una audiencia especial en el Vaticano.

El siete veces campeón mundial Michael Schumacher y su colega brasileño Rubens Barrichello vistieron un traje oscuro con corbata roja, el color de su equipo de Fórmula Uno.

“Mis felicitaciones por su triunfo en el último campeonato mundial”, les dijo el Papa.  “La Iglesia considera a los deportes como un instrumento educativo válido para las generaciones jóvenes”, agregó el Sumo Pontífice.